Resumen
Las temperaturas extremas y las olas de calor son fenómenos que desencadenan problemas considerables a la población y al medio ambiente, son los habitantes de las áreas urbanas los más vulnerables ante esta situación. Los impactos generados se identifican desde un aumento generalizado en la demanda de agua y energía, problemas de salud y mayor contaminación del aire. En este sentido, desde hace tiempo se reconoce la influencia que tienen las ciudades sobre su propio clima, el cual es típicamente más caliente que sus alrededores no urbanos, a este fenómeno se le denomina isla de calor urbana (ICU), y sus causas principales se deben a los procesos de urbanización. Una de las medidas de mitigación es el aumento de las áreas de vegetación intraurbana; estás filtran las corrientes de viento, disminuyen la temperatura del aire a través de la evapotranspiración e, interceptan la radiación solar antes de ser absorbida por los materiales impermeables de la ciudad. Este trabajo explora la intensificación de la ICU en la ciudad de Mérida, Yucatán. Su objetivo es determinar el comportamiento térmico de las zonas habitacionales en la periferia de la ciudad y conurbación. Por una parte, los resultados obtenidos muestran la conveniencia de los métodos utilizados para caracterizar la problemática, por otra, revelan que los sectores habitacionales localizados en la periferia presentan patrones de temperaturas que oscilan entre los 47 y los 55 grados Celsius. Lo anterior refleja la necesidad de establecer políticas de uso del suelo y desarrollo de vivienda, coadyuvando al proceso de adaptación ante cambio climático.